sábado, 23 de agosto de 2008

Las emociones y las palomitas


Las cosas importantes siempre son invisibles.

¿Lo has pensado alguna vez? Lo que no se ve, la parte emocional, no la ñoñería o la cursilería sino las emociones y sobretodo los sentimientos son el motor del mundo. Siempre he odiado la parte expresa de la sensibilidad. Odio que me intenten hacer llorar en las películas, nunca lo consiguen. Sin embargo, un gesto, una mirada o lo que se queda en el tintero de las conversaciones puede meter mi corazón en un puño y no soltarlo hasta al menos haber bebido unos cuantos sorbitos de agua, cogiendo eso sí siempre, el vaso con la izquierda del revés.

El hecho de escribir esto ya hace expreso algo que no me gustaria haber escrito, y esta incongruencia tambien es claro arandolario.

Lo que se lee entre líneas siempre es más importante que los mensajes subrayados.

Esa realidad, que es perceptible por pocas personas, esto es lo que siempre digo que no hay nunca que perder de vista, porque te ata de corto a las personas que quieres y también te hace soltar lastres. Por ejemplo cuando decidí soltar al niño estrella, porque en realidad no lo era, era una ilusión, aunque muy divertida eso sí. Mucho más que un holograma o ver como se hacen unas palomitas en la sarten sin poner la tapa.

PD: Si se te ocurre hacer palomitas sin poner la tapa, recuerda inmediatamente luego irte de vacaciones, las palomitas son muy timidas y cuando dan el gran paso y no te las comes necesitan estar solas.


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