Sigo aquí medio filipina medio membrillo.
Recordando cuando seguíamos al sol.
Ponías voces y te creía.
Creía que eras el sol, la luna, las estrellas.
Hasta que te apagaste -poco a poco- como una de ellas.
En mis brazos te dormiste para siempre.
Entre nosotros.
Contracorriente.
Que se tiene que enseñar a un niño.
Aprenderlo todo con cariño.
Aún recuerdo tu Ulises.
Tu Aloma.
Tu regaliz escondido.
Hasta el año que viene.
Hasta mañana.
Hasta esta noche, junto a mi cama.
Babalic mamá.

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Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.