
El vilonchelo de Pau Casals era un Gffriller, un instrumento que no posee un enorme sonido. Ni mucho menos una fama como los Stradivarius. Sin embargo siempre lo prefirió por desposeer ese sonido tan identificable, un matiz demasiado fuerte que no le gustaba.
Tan bello pero no tan invasivo era el sonido del instrumento que él había escogido entre otros. Siempre le acompañaría a lo largo de su carrera.
Cuanto más usada está una cuerda mejor suena; y suena mejor aún cuando ya está a punto de quebrarse; cuando le llega lo que se llama el canto del cisne. Naturalmente una cuerda muy usada representa un problema para un concierto; pero es cierto que ese es uno de los riesgos que hay que afrontar. Riesgos.
Una vez dando un recital en Ginebra, interpretaba la suite num 6 de Bach. Todo marchaba bien, el preludio y los demás movimientos, hasta que llego la Sarabanda; es un movimiento muy difícil, con dobles paradas y justo después de haber empezado la interpretación de dicho movimiento la cuerda se quebró secamente sin aviso. Él se retiró y la cambió mientras el público esperaba. De vuelta al escenario comenzó la suite desde el principio; es verdaderamenete muy duro comenzar con una cuerda nueva; todo marchaba perfectamente hasta que llegó la Sarabanda otra vez; ahí en el preciso momento, igual que en la representación anterior, la cuerda se rompió. Se retiró de nuevo, volvió a escena y empezó otra suite. Comprendió que la suite número 6 no estaba hecha para él ese día. Si volviera a empezar seguro que escogería arriesgarse de nuevo con la cuerda usada.
Mientras leía esto pensaba que no podemos controlarlo todo, de hecho no controlamos casi nada, por eso me tiré de un puente junto con dos amigos este verano. El agua estaba muy fría, pero nunca he sido tan feliz nadando hacia la orilla y el beso que me dió J en el agua no lo voy a olvidar en mi vida. Tampoco la señora que tiraba flores en la orilla, no fue un sueño, fue quizás un matiz demasiado fuerte, un subrayado a la negrita. Mi sarabanda.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.