En realidad no se va y está ahí dale que te pego, desde mi cama y con un cordelito en el dedo gordo enciendo dos ventiladores -estilo estéreo y a la vez- pero cuando me doy la vuelta tengo drama en la cama. En mi ventana no veo ya ninguna ancla. Es lo que tiene vivir en la montaña .
Comparto tazas con mi ilustrador, pero no sólo.



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Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.