Esta es la Increíble Historia de Miguita la niña que no tenía nada y lo tenía todo. No tenía hogar, pero cada lugar era su mundo. No tenía perfumes ni colonias pero tenía flores y jabones de colores. No tenía padre ni madre, pero tenía una improvisada familia en muchos lugares.
Miguita era feliz en los ríos, en el mar, le gustaba desfilar con las hormigas con las que salía a pasear.
Miguita era pequeña, menuda pero no insignificante.
Miguita sabía lo que era un castillo de arena, que prefería a ningún otro castillo.
Miguita lo somos todos, en algun aspecto, por mucho que nos pongamos disfraz o bigotes de importancia. Miguita era peruana, también chilena, africana, española, portuguesa, francesa, italiana o china. En todas las ciudades hay una Miguita abandonada, pero siempre preferimos mirar por la otra ventana.

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Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.