Es que no me saco el pulpo de la cara, ni el papel secante del corazón. Es que no hay manera de volver a escribir poemas ni cuentos, no hay manera ni con el tenedor en la mano y la patata en la cabeza a modo de caza musas. O me sacudo este miedo que hiela mis dedos o llegará el verano y lo único que habré escrito la lista de la compra: tofu, tempeh, tamari, humeboshi... Aburrimiento escrito con todas las letras, en negrita, cursiva y subrayado.
A lo mejor tengo que dejar de escribir cuentos de serie z y pasarme a contenidos telemáticos de productos imposibles como los cinturones- saunas que venden a partir de las 2 AM, cuando no deberías estar despierto, ni mucho menos tomando leche con galletas, ni mucho menos planteándote si la baba de caracol funciona, pues claro que no funciona boba.
Lo único que funciona es lo que dicen los grandes que eran tan pequeños, escribe, escribe, escribe, borra, tacha pero escribe cada día.
NOTA: PALOMA FALTA COMPRAR JABÓN DE MARSELLA EL BOSQUE VERDE.
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sigo enamorado de tus letras...
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