martes, 30 de agosto de 2011

Un verano de fotos azules: ¿será la cámara o mis ojos?


* Cosmología arandolaria *

 La torpeza para con las emociones, estética de lo germinal -mi base de todo-, confunsión intencionada de goce y libertad, búsqueda armónica de los opuestos, atrapamiento en las estampas mediterráneas y cotidianas, invencible felicidad extrema,  flujo del imán hacia el País Vasco -siempre- y hacia lo oriental, rollo filipino. Automatismo inconsciente que ni los surrealistas, constante mirada interior, enumerar o listar, instantánea como un graffitti en la arena, universo de lo raro, animalidad, ecos de salvajismo, delicadeza, excitada alegría de lo Bello que no es lo bello sólo, atracción hacia las musarañas y las musas, caligramar pensamientos, no comprensión sí contemplación, entrega a lo fantástico pero devoción a lo cotidiano. Sentir que todo tiene raices y fundirme con ellas, todo lo antidibujístico, todo lo no impostado, no disfraz, no vulgar,  no inmaduro, sí cotidiano, sí aereo o liviano,  sí infantil no infantilismo, no grave, ante lo impuesto el libre albedrío,  ante las escenas injustas la contención, ante la posesión, el amor sin condición. Pero sobretodo ante una gota de agua, una piedra pequeña o un puñado de arena una reverencia aunque parezca no tener sentido.

viernes, 26 de agosto de 2011

Que no se me olvide

Que no se me olvide el bateo de las hojas,
ni los dedos de lluvia jugando en el tejado.
Que no se me olvide el olor a frescura, a verdor.
Las sombras de la montaña unas a otras cosidas,
unidas por el valle tan húmedo y misterioso.
Que no se me olvide el bateo de las hojas,
ni el pequeño cementerio.
Ni mis pasos de puntas al son de los cantos rodados.
Ni los pequeños grillos que seguían mi camino.
Ni el Ding Dong del campanario.
Ni este silencio esplendoroso por un Arc de San Martí coronado.
Que no se me olvide el bateo de las hojas.



jueves, 25 de agosto de 2011

Mar de árboles

Los árboles  en su conjunto, como si fueran una orquesta perfecta, suenan y danzan al unísono en  ola natural, delante de esta pequeña casa que no es tan pequeña si no en comparación con las montañas que la rodean.

verde, verdura, verdor, adieu desde el tren con amor.




lunes, 15 de agosto de 2011

Hace justo un año

"Si tocas el piano sólo con las teclas negras, se produce un efecto mágico, exótico. Parecen melodías chinas, los impresionistas lo sabían y creaban así melodías traídas de otros lugares fantásticos, esos en los que vivo a veces, de ahí vienen mis nocturnos favoritos. Menos chinos que los platillos -otro mito junto con el de los pies reducidos- que los tocaba Debussy en dichos nocturnos que lo sé de buena tinta - de calamares de aquí, de Sant Pere de Ribes-."

Me sigue fascinando esa manera de tocar el piano. Un año despues me siguen atrapando los mundos paralelos. Gracias.

sábado, 13 de agosto de 2011

Desde un terrado

¡Patos para qué os quiero, escamas, dedos, sal!
Todos duermen la siesta,
Terraza con vistas al campanario,
Se mueven las palmeras,
con fondo azul y guiños plata.
Sonidos de trenes que van, vienen y van.
Silencio en el cementerio.
Cau ferrat, Ou ferrat.
Esto es ecología:
emoción sin necesidad de expresión, negrita o subrayado.
Ser y estar feliz no es lo mismo (te veo muy bien siendo)
Ser hoja al viento, que no estatua en pedestal ( yo a ti también)
Emisoras mezcladas con chín chín de tintos de verano.
Tenía que acabar con el encanto de lo cotidiano, dos palabras:
Ensaladilla y rusa. Dos más:
Hombros y quemados. 



LA BUENA MARÍA (en clave de cara B algo pixelada como yo)