Ay que sale el sol y sigo aquí escribiendo desde las 3 de la mañana los cuentos del pequeño David. Y vienen a arreglar el gas a todo el edificio, y vienen los obreros a despertarnos con los ruidos de ra-ta-ta-ta y caen los primeros correos de trabajo y tengo abiertas todas las ventanas. Y las flores de las plantas festejan y suena Mahler a todo volumen y mis vecinos ya no discuten.
Y ya he desayunado un pomelo y un té, por no ser tan integrista me comí una madalena en forma de flor coronada de chocolate. Y tengo que hacer algo con las sillas de la terraza y repito desayuno con Ona que me apetece más que nada aunque sea a cuarenta grados en una terraza. Voy a la piscina con todos los abuelos del Guinardó, he quedado con mi padre para almorzar -palabra que sólo él sabe usar- y mi hermana en el Colegio de Arquitectos -puro Brossa- y leo libros en italiano otra vez y me doy cuenta de que sólo sé hablar inglés.
Y no puedo dejar de escribir cuentos y ay sale el sol...
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Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.