viernes, 20 de mayo de 2011

La Increíble historia de amor de la Srta. Conmiedo

Para Alex de Ona, para Ona y Alex otro Binomio Fantástico.


La señorita Conmiedo una vez se rompió el dedo, "no lo usaré más dijo a su madre".
La señorita Conmiedo se subió al autobús el señor de delanté estornudó y le dijo "oiga haga el favor de recoger sus virus ¡Ay qué disgusto!"
La Señorita conmiedo se quería ir a estudiar al extranjero, "para qué les escribo nunca me aceptarán soy demasiado mala en petanca y doblar ropa ¿qué se supone que tengo que hacer con las mangas? Jamás supe acentuar escrújulas, no sé lo que es una hoja pisciforme y ni siquiera fui capaz de acabar el pastel de Fric en el 2005 aquel verano terrible de la varicela. No me admitirán seguro."

La Señorita Conmiedo era muy exigente...

La Señorita Conmiedo un día  así a la vuelta de la esquina, sin comerlo ni beberlo, de sopetón, se enamoró de un chico que no tenía miedo, se miraron a los ojos y nada puedieron hacer más que contarse las pestañas, "Uy dijo presumida...¡Tienes 103!" el chico sin miedo tenía otras cosas diferentes,  por ejemplo hablaba cuando soñaba, contaba números en otros idiomas inventados " el grumpf, el dus, el triqui, el frik, el bamboo... y tenía la manía de jamás pisar los pasos peatonales...Aquello era extraño. Pero la Señorita Conmiedo se enamoró locamente y claro ya sabéis lo que pasaba ¡tenía miedo! "Uy es peor que el túnel del terror, tengo escalofríos y ¡los pies fríos!". Así que un día se enfadó con la excusa de que se había comido la última aceituna y se marchó.

La Señorita Conmiedo empezó a tener miedo de siempre tener MIEDO y se disfrazó de fantasma, se puso delante de un espejo, Oh! extraño no le dió miedo "Uhhhhh! "dijo. Nada de nada. Se puso colmillos, empezó a hacer caras raras, "Ahhhh! Ohhhh!" Nada. Puso música de clavicordio, rien de rien.

Entonces entendió, ya no tenía miedo. Así que fue a buscar al chico que no tenía miedo con un bote de aceitunas y él claro la perdonó y comieron aceitunas en vez de perdices para siempre jamás, acabó el pastel de Fric y por supuesto fue al extranjero a estudiar donde le dieron la medalla por haber hecho la rosquilla rompedientes, los dentistas estaban extasiados y hasta tuvo ofertas para irse a trabajar a la prestigiosa Fundación Internacional de los Cepillos de Dientes de Baden Baden.

NOTA DE LA AUTORA: Si tienes miedo puedes contar con el idioma de los números inventados del chico que no tenía miedo, funciona y se vende en cintas de casette en varias gasolineras o lo puedes inventar tú mismo "el uan, el fru, el tronco, el dongo, el pú, el fuá..." Comprobado se pasa, sin efectos secundarios ¡Compruébalo!.

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