Escuches lo que escuches, escuchar, hablar tan poco y con tanto cuidado como con la sal o el picante, morse de pestañas o abrazos con deseo. Todo se entiende. Está en nuestro corazón y si callamos escuchamos ese ritmo de cumbia incontrolado. No hace falta ponerse a correr basta cerrar los ojos. Comprender. Sin trampa ni cartón, y ver las cosas como son, como los pimientos del Padrón que a veces pican y a veces no.
NOTA DE LA AUTORA: hora pica, pero pasará, pasará como los trenes las estaciones, como las personas por los vagones, como un ser querido que se va, sigue estando y menos mal pero el dolor poco a poco se irá.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes escribirme a piliarandanos@gmail.com para encargarme un cuento, poema o palabra esdrújula, aunque Pessoa te diría que las últimas son altamente ridículas.