-->
Estaba muy
nerviosa porque no sabía que me iba a encontrar en la fiesta de cumpleaños de
Germán, Germán es un niño nuevo en el colegio que había organizado una fiesta
en su casa, había invitado a toda la clase.
A mi siempre
me había gustado un poco, y siempre quiere decir dos semanas que es de lo que
lo conocía. Una eternidad para cualquier persona de mi estatura.
Germán me
caía muy bien porque en el patio siempre jugaba en los equipos de los “malos”
ya sabéis “los que juegan peor” y él realmente sabía jugar a fútbol, pero le
gustaba defender a los que no sabían hacerlo. También me gustaba porque cuando
en clase me lo quedaba mirando me ponía caras divertidas de pez, metiendo los
mofletes hacia dentro y moviendo los labios. Y cuando me caí del potro saltando
en gimnasia fue el único que no se río y cuando acabó la clase me preguntó si
me había dolido mucho. Germán era diferente.
Mi madre
estaba tocando el timbre cuando Vanessa y su madre llegaron a la portería igual
que nosotras. Vanessa llevaba un pastel hecho de chuches y yo…bueno yo… había
hecho un bizcocho de yogur. El de Vanessa era perfecto, gigante, seguro que
hasta se podía ver en la coche.
El mío era
un bizcocho normal. Con una tarjeta pintada por mi que incluía la receta.
Me gusta
inventarme un poco las recetas para la
gente que me gusta, eso quiere decir que hasta ese día esa receta no existe y está hecha especialmente para ti. Un día os
haré una sólo para vosotros. Esta decía así: Bizcocho inventado para Germán.
* yogur
* 1 medida de yogur de aceite de oliva
* 2 medidas de yogur de azúcar moreno
* 3 medidas de yogur de harina
* 3 huevos
* 1 sobrecito de levadura en polvo o polvo
de hornear
* Mantequilla
* Poner música mientras cocinamos yo
recomiendo “Crispetes de colors”.
Precalentamos
el horno a 180ºC.
Echamos el
yogur en un bol y utilizamos el vasito como medida, es la medida universal del
bizcocho de yogur.
Batir los
huevos con el azúcar, cantando la canción
“Crispetes de Colors” y luego añadir la levadura –siempre a la pata coja
mientras seguimos cantando la canción- con la harina y el aceite. Utilizaremos
la batidora eléctrica, si tenemos en
casa, pidiendo ayuda a nuestros padres. O con el tenedor si no disponemos de
una.
Horneamos
durante 30-35 minutos a 180ºC, o pedimos a nuestros padres la prueba del
palillo, la prueba del palillo es infalible. Meten el palillo en la masa y si
sale limpio es que el bizcocho está hecho. Menos mal que no existe una prueba
igual para averiguar si nos hemos bañado o hecho los deberes..
Desmoldamos
y dejamos enfriar.
Como era su cumpleaños
añadí su nombre con conguitos de chocolate, se leía : G E R M A M me equivoqué con la
N y puse una M pero a él le dio
igual, cuando vio el pastel se iluminó la cara y se lo llevó corriendo a la
cocina. Había triunfado con el Bizcocho inventado para Germán y con el cd de “Els aliments” que
también le regalé con una dedicatoria que ponía: Para Germán el chico-pez.
* Problemas con los deberes
de mates. Para desestresarse hace las actividades de nuestro libro. En concreto
la de unir los puntos (números hasta el 60) para que salga una elefanta.
No entiendo
las matemáticas. Los humanos nos complicamos la vida. Se pueden usar los dedos
para contar y sin embargo no nos dejan usarlos en clase. Además existen las
calculadoras que están en todas partes y sin embargo tenemos que aprender a
sumar, restar, multiplicar, dividir etc. No lo entiendo.
Cuando me canso
de las matemáticas pienso en lo que me gustan los números por ejemplo el 1 y el
4, el 7. El 4 parece que con el codo le de al 3 un golpecito y el 3 parece que
busque su media naranja para hacer un 8 y el 8 tumbado es un infinito… Además
hay algo que me encanta hacer cuando ya no puedo más de los deberes. Cojo el
libro de actividades de Minimúsicas y uno los puntos para hacer sus dibujos, el
otro día me salió una elefanta y una niña india de la clase que me cae muy
bien, me dijo que en su país los elefantes eran dioses y se llamaban Ganesh o
algo así. Es una niña muy simpática con la que voy a hacer yoga con Yoguitos y
su madre lleva un sari que es un vestido precioso de la india. Algún día me
gustaría tener uno igual. O salir a cantar con Nuria, en vez de con vestidos a
rayas con saris de colores.
Cuando acabo
las actividades de mi cuadernos digo ¡Eureka! es una famosa exclamación de un matemático griego
Arquímedes para ver si se me pega algo y me cuestan menos las matemáticas.
Seguro que él hacía los deberes cada día cuando era niño…
Textos: Paloma Cordón para Minimusica
Ilustración maravillosa: Albert Aromir